lunes, 30 de enero de 2017

Marta Minujín: "vivo y muero con el arte"



La Feria del Libro de Fránkfurt, servirá de plataforma a la artista argentina Marta Minujín invitada para la recolección de obras antiguamente prohibidas para una reedición de su instalación "El Partenón de libros" que realizó en 1983, que verá la luz su nueva versión en 2017 en la muestra de arte vanguardista "Documenta 14", en Kassel, Alemania.
El Partenón de Libros será presentada el 10 de junio durante la inauguración de la decimocuarta edición de Documenta, -muestra de arte vanguardista que se celebra cada cinco años en Kassel, en el centro de Alemania, desde 1955 y podrá verse durante cien días. El "Partenón de Libros" se ubicará en la plaza de Friedrichsplatz, lugar donde el 19 de mayo de 1933, en una acción llamada Campaña en contra del espíritu no-germano, los nazis quemaron unos 2.000 libros. Durante un bombardeo aliado en 1941, el Fridericianum utilizado como biblioteca en aquél tiempo fue alcanzado por las llamas, que destruyeron más de 350.000 libros.
La instalación de Minujín será construida como réplica del templo de la Acrópolis de Atenas, con sus mismas dimensiones de unos 30 x 70 metros, que representa el doble del tamaño de la realizada en los años 80, en la que se utilizaron 30.000 libros. Cada ejemplar se colocará en una bolsa hermética y en su conjunto, se colgarán de mallas que cubrirán la estructura tubular de la obra.


La artista argentina realizó el primer Partenón en 1983 para celebrar la vuelta de la democracia. En ella reunió los libros que habían sido prohibidos durante la dictadura militar. Luego de los cinco días que duró la exposición, dos grúas ladearon la instalación para que los visitantes tomaran ejemplares y se los llevaran para leer a sus casas.
Durante los años de censura, el régimen militar argentino acabó sistemáticamente con toda cultura catalogada como subversiva, y prohibió y quemó varios centenares de miles de libros que trás la caída del régimen volvieron a publicarse y a difundirse legalmente. Para realizar la actual se pueden ceder libros escritos en cualquier lengua y de cualquier etapa histórica, con el único requisito de que sean obras que en algún momento fueron objeto de censura.
Ésta propuesta de Minujín es un símbolo de resistencia en contra de la prohibición de escritos y de la persecución de sus autores. Unos 100.000 libros procedentes de todo el mundo y que están o fueron censurados en distintos países serán reunidos para crear la obra en Kassel. Una acción para devolver los libros a la circulación pública también está planeada para el nuevo Partenón, al concluir Documenta 14.


La obra del nuevo Partenón de Minujín llevará el mismo nombre que el original y se concibe como un mensaje contra la discriminación y la intolerancia. Con un sistema de fuelles se inclinará varias veces por día, para demostrar que "todo cambia según el punto de vista con que ves las cosas".
El director de la Feria de Fráncfort, Juergen Boos, señaló que "los libros poseen la fuerza de cuestionar el poder y la política. Por eso, la censura de libros revela también mucho sobre la correspondiente época y orden político". 
Minujín desde cuándo era niña confiesa que "Yo hacía de guía de turismo" recuerda hoy la artista en su taller de San Cristóbal, el mismo lugar donde nació hace 73 años, pero siempre alguién se caía. Iba a caballo por caminos peligrosos. Una señora, pobre, se rompió un brazo y la tuvieron que sacar por el lago, en un bote, y después en ambulancia. Así Marta cuándo tenía apenas tres meses de edad descubrió por primera vez las montañas que inspirarían sus obras,igual de monumentales.Su padre médico rural y pionero en la zona, la llevó cruzando vados a caballo durante dos días hasta el lago Villarino, donde la familia construiría una hostería que ella aún visita tres veces por año. "Para mí el Sur fue fundamental, me pasé mi vida ahí. Mis padres se casaron y se fueron a vivir un tiempo a San Martín de los Andes. Allá nació mi hermano, Luis Andino Minujín".
Hace un año cuándo llegó de sus vacaciones en el Sur, encontró una carta con remitente de Alemania. La invitaban a participar de "documenta 14", la muestra de arte contemporáneo más importante del mundo, y como rebelde y vanguardista en el arte no vaciló en aceptar su participación donde instalará en Kassel una recreación del Partenón de Libros que construyó en diciembre de 1983 en la intersección de las avenidas 9 de Julio y Santa Fe con libros prohibidos durante la dictadura, para celebrar el regreso de la democracia en la Argentina. "Es una obra en progreso, de arte efímero y de participación masiva, que se completa destruyéndola al final de la muestra repartiéndolos a la gente que lee los libros". 
En la década del 70, cuándo era hippie era perseguida y corría peligro de que me detuvieran.Ahí me empecé a hacer unos trajes como de George Sand, y empecé a usar anteojos para que no me reconocieran. Nunca más me los saqué y ahora, para que no me reconozcan, me los tengo que sacar.
A los doce años entré en Bellas Artes y me hice amiga de compañeros que tenían 40 años. El primer día estaban Le Parc, Polesello, Pérez Celis y todo el Grupo de Investigaciones de Arte Visual. Habían tomado la escuela y me quedé tres días a vivir ahí, con todos ellos.
En su taller tiene colgadas obras junto a otras icónicas, las fotografías que registran el pago simbólico de la deuda externa a Andy Warhol (1985), o la instalación de un Obelisco de Pan Dulce de 30 metros de alto en La Rural (1979).


A los 20 quemó todas sus obras en su primer happening y dos años más tarde se instaló en Nueva York, después de haber ganado el premio nacional Instituto Torcuato Di Tella.
Una vez en Manhattan, no perdió el tiempo y fue directo a ver al prestigioso galerista Leo Castelli quién ya conocía su trabajo, y gracias a él logró exhibir en la galería Bianchini la instalación participativa "El batacazo", que incluía moscas y conejos vivos encerrados en cajas de vidrio. La Sociedad Protectora de Animales norteamericana ordenó cerrarla en cuestión de horas, pero Marta ya se había ganado un lugar en la meca del arte: la muestra tampoco había pasado desapercibida para Andy Warhol, el rey del Pop, que asistió a la inauguración.
En 1963 realiza en París su primer happening, "La destrucción" donde quema todas sus obras, y en 1964 gana el premio nacional Instituto Torcuato Di Tella con dos obras, "Eróticos en technicolor" y "Revuélquese y viva". En 1965 con la autorización de Romero Brest exhibe en el Instituto Di Tella dos de sus obras emblemáticas: "La Menesunda" y "El batacazo" que luego llevará a Nueva York, y realiza después un escandaloso happening polémico en Montevideo.
Para 1966 crea el happening hippie "Simultaneidad en simultaneidad" el happening ideado como multimedia que se considera la primera obra de videoarte del país. Minujín anticipó así la globalización al realizar en el Di Tella lo que se realizará en paralelo con Allan Kaprow en Nueva York y Wolf Vostell en Berlín, al involucrar una producción multimedia tan compleja -fotografía, televisión, teléfono, correo, radio y transmisión vía satélite- que los otros dos artistas no pudieron reproducirla. Según el curador Rodrigo Alonso, fue la primera obra de videoarte de la Argentina, y 1985 presenta en la Factory de Nueva York con Andy Warhol una instalación "pagar la deuda externa con choclos" que fue muy polemizada.
En 2016 es distinguida con el premio Velázquez de Artes Plásticas en España, en reconocimiento por la totalidad de su obra plástica creada con 100.000 euros (106.107 dólares), el premio se concede desde 2002, y también ha recaído en manos de autores como Antonio Tapies (2003), Antonio López (2006),Cildo Meireles (2008) o Doris Salcedo (2010).


Cuándo entre sus delirios le preguntaron como quería morir respondió: será a la hora de suicidarme que aún no llegó, pero la idea es poner todas las esculturas de bronce en una instalación con un horno que las va derritiendo. Yo estoy sentada en una silla de hierro, suben unas paredes que me queman y me transformo en ceniza. Quiero que mis cenizas se mezclen con las de las obras... y alquilar con toda la plata que tenga, un espacio en televisión para transmitirlo en vivo. Lo vería el mundo entero. Cuándo me sienta mal en ésta vida, lo hago porqué no hay nada mejor. ¿Viste que yo digo: "vivir en arte"? Morir en arte también. "Vivir y morir en arte".
Otra nota relacionada "La Menesunda según Marta Minujin" editada en NewsArte1000: https://e1000tsf.wordpress.com/2015/10/19/la-menesunda-segun-marta-minujin/

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