jueves, 24 de abril de 2008

Ferrari: expande la música con el arte urbano ...

Los múltiples usos que tienen los nuevos materiales industriales ha permitido aplicarse para ser usados en obras de arte que se ha incrementado en los últimos años por muchos artistas que los utilizan de variada maneras. Tal el caso de León Ferrari al usar el poliuretano expandido usado como relleno en la construcción o aislante térmico, Ferrari lo transforma su uso al revés en lugar de sellar espacios vacíos o huecos, lo expande en objetos reales y metarmorfosea sus figuras como así las imágenes de sus músicos adaptando un instrumento para cada uno con formas aleatorias que encuentran su espacio real como piezas antropomorfas en ése conglomerado algo desordenado que busca encontrar una estética sobre una silla.
Cada músico adquiere un determinado color en una representación corpórea multifacética ocupando ése espacio como una señalización de una regla omnipresente que podría separarnos como un abismo en el universo.
Aquí Ferrari con sus nuevas esculturas expandidas trabaja por agregación, sin martillo ni buril, sólo con una espumada herramienta creativa que en sus manos que manipula desde un tubo. "El tubo contiene el poliuretano que se condensa y forma la piel de la creación" nos dice el artista.
La obra de Ferrari cumple así el propósito de señalar el mal que no nos infiltre como lo provocó con la Iglesia en su obra sacra más polémica por aquellos paroxismos erráticos de la pintura antigua que manifestó al exponer en la Recoleta, ese año en que la polémica traspasó a la ciudad de Buenos Aires y algunos jueces.
Los maestros consumados siempre son la sorpresa que nos muestran a través de sus obras, en éste caso los músicos vertidos en éstas esculturas poliuretánicas con distintos instrumentos y que nos representa también como ése músico del ideario urbano popular: la cacerola que también sonó muchas veces en la calle con lo que Ferrari produce algo significativo y trasgresor que siempre sorprende.
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domingo, 6 de abril de 2008

La Bienal de Whitney, entre lo sombrío y lo hermético

La Bienal 2008 del Museo de Whitney es una exposición que relaciona su lugar que ocupa en el arte norteamericano, la gran parte de sus obras de arte contemporáneo en sus stands y de las expo internacionales, las tendencias cambian rápidamente sustituyendo las técnicas y los intereses comerciales en los negocios de los marchands. A veces la inestabilidad económica produce éstos cambios acelerados así como en la londinense Pulse que suspendió sus operaciones de compra.
En Whitney se tienen expectativas en baja hacia el minimalismo, y ésta ediciòn 2008 está desprovista de glamour de otros tiempos y gran parte del arte expuesto tiene superficies poco atractivas y algunas con antecedentes complicados.Prevalece lo dinámico con esculturas en vinilo negro del artista Rodney Mc Millian, el ecosistema floral de Phobe Washburn, la fascinante película de Spike Lee acerca de la azotada N.Orleans por el huracán Katrina.
Èsta Bienal se caracteriza por su discreción con ensambles y collage transitorio más que con la afirmación, con materiales económicos como plásticos, madera, plexiglás y todo lo encontrado para reciclar.
Los aficionados a la plástica estarán poco satisfechos al encontrar pocas obras de Joe Brodley, Karen Kilimnik y Oliver Mosset que no deja de tener fuerza como pensadores más que como obreros de producción seriada para satisfacer exigencias de mercado comercial.
La Bienal 2008 es una muestra política donde todo lo que se sugiere está en términos de ambiguedad y ausencia de rumbo.

El ensamble de Adler Guerrier documenta una explosión de violencia racial que transfiguró a Miami Beach en 1968, se le atribuye a la obra un colectivo ficticio de artistas afroamericanos de actividad en Miami de ésa época como producto de su imaginación.Por su parte Omer Fast entreteje sexo con mentiras y tiroteo con civiles en Irak en un film dentro de otro con recuerdos improvisados por actores. "Divine Violence" de Daniel Joseph Martinez, una instalación que llena una pequeña sala con placas doradas que rezan los nombres que su autor etiqueta como terroristas de Al-Qaeda y otros grupos religiosos nacionalistas.
La obra de MkGuth invita a participar en sesiones terapéuticas para trenzar cabello en cabelleras falsas donde pretende demostrar los beneficios del antistress de los participantes. En éste proyecto se busca la convivencia del New Age con los mayores como la resultante atípica de acercamiento humano en una exposición que como la de éste año es hermética y adusta.
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