miércoles, 21 de septiembre de 2016

"RENOIR Intimista"


La exposición Renoir "Intimidad" es la primera retrospectiva de la figura del pintor impresionista Pierre-Auguste Renoir (1841-1919), que exhibirá el museo Thyssen Bornemisza del 18 de octubre al 22 de enero de 2017, y en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre el 7 de febrero y el 15 de mayo de 2017, dónde se destacará las sensaciones táctiles en sus obras y poder percibir las distintas etapas de su trayectoria en su amplia variedad de géneros como retratos femeninos y desnudos, naturaleza muerta y paisajes.


         
                                 
Con la curaduría de Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza, la exposición cuenta con el mecenazgo de Japan Tobacco International (JTI) y presentará un recorrido de más de 75 obras del artista francés, procedentes de museos y colecciones de todo el mundo como el Musée Marmottan Monet de París, el Art Institute de Chicago, el Museo Pushkin de Moscú, el J. Paul Getty de Los Ángeles, la National Gallery de Londres o el Metropolitan de Nueva York. Renoir "Intimidad" permitirá descubrir cómo Renoir se servía de las sugerencias táctiles del volumen, materia o texturas como vehículo para plasmar la intimidad en sus diversas formas –amistosa, familiar o erótica–, y cómo ése imaginario vincula la obra y espectador con la sensualidad de la pincelada y la superficie pictórica.



 Tacto e intimidad 

Mientras en los retratos de grupo de Manet o Degas por ejemplo, los protagonistas mantienen la distancia entre ellos y con el espectador, Renoir dota a sus figuras de una cercanía tangible. En sus escenas con dos o más personajes, es habitual que éstos participen en un juego de alternancia entre el contacto visual y el contacto físico, parejas de hermanos o de madres e hijos en las que uno de ellos mira al otro y éste le corresponde tocándole con la mano. En ocasiones ésos intercambios se establecen en torno a una actividad común, como la lectura de un libro.
En el caso de los retratos individuales, Renoir aspira a ofrecer al espectador algo semejante al contacto físico aproximándose todo lo posible. Si Degas rodea a sus modelos de un decorado y unos atributos que hablan por ellos, Renoir tiende a ajustar el encuadre suprimiendo el entorno para concentrar la mirada en el rostro.


Otros detalles en los cuadros de Renoir aluden a sensaciones palpables de las cabelleras con las que juegan y se enredan las manos, los perros y gatos en brazos de figuras femeninas, los paños o toallas que cubren el pecho o envuelven los muslos, una labor de costura, unas madejas de lana o la densidad de un jardín.

                                               









Renoir "Intimidad" está organizada siguiendo un recorrido temático, en torno a cinco apartados: impresionismo, retratos, paisajes, escenas familiares y domésticas, y bañistas.
La etapa impresionista, entre 1869 y 1880, ocupa tres salas de la exposición y reúne algunos de los iconos de su carrera, como "Después del almuerzo" (1879), un estudio natural de "Le Moulin de la Galette" (1875-1876) o una de las obras que pinta en "La Grenouillère", zona de ocio en las afueras de París donde trabaja con Monet, "Baños en el Sena" (La Grenouillère) (1869).
Una selección de retratos femeninos al aire libre o en interiores –"Retrato de la mujer de Monet" (1872-1874)- y parejas –"El paseo" (1870)-, además de un paisaje impresionista, "Mujer con sombrilla en un jardín" (1875).
 A partir de 1881, el impresionismo parece agotado y los miembros del grupo se distancian. Renoir vuelve la mirada a la tradición clásica, desde Rafael a JeanAuguste Dominique Ingres. y no abandona el lenguaje impresionista, pero añade a su pintura un énfasis mayor en el dibujo.
Desde finales de los años 1870 y a lo largo de toda la década siguiente, Renoir adquiere una creciente reputación como retratista y se convierte en uno de los
pintores más solicitados por la sociedad parisiense. La "Srta. Charlotte Berthier" (1883), el "Retrato de la poetisa Alice Vallières-Merzbach" (1913) o el de su marchante Paul Durand Ruel (1910) y sus hijos Joseph Durand-Ruel (1882) y Charles y Georges Durand-Ruel (1882), son ejemplos de ésta faceta.
Éstas obras "La trenza", hacia 1886-1887 en el Museum Langmatt, Baden, "La Srta. Charlotte Berthier", 1883 en National Gallery of Art. Washington, D.C. y "El paseo" de 1870 en The J. Paul Getty Museum, Los Angeles.


En la sala dedicada a los paisajes se incluyen sus vistas de la costa de Normandía y sus alrededores -"Colinas alrededor de la bahía" de Moulin Huet, Guernsey (1883)- y Provenza, donde comparte motivos pictóricos con su amigo Cézanne -"La montaña de SainteVictoire" (hacia 1888-1889)-, así como distintas localizaciones del sur de Italia, La bahía de Salerno (Paisaje del sur) (1881). La exposición continúa con escenas familiares y domésticas protagonizadas por sus hijos –"Coco tomando su sopa" (1905) o Jean como cazador (1910)-, su mujer Aline, que con motivo del nacimiento de su primer hijo Pierre,
posa en "Maternidad" (1885) y "Aline amamantando a su hijo" (1915) y otros miembros de su entorno más cercano como Gabrielle Renard, la niñera y pariente lejana de Aline, que se convierte en una de sus modelos predilectas -"Niño con manzana" o "Gabrielle, Jean Renoir y una niña" (hacia 1895- 1896)- y Andrée Heuschling –"El concierto" (1918-1919)- quién se casará con su hijo Jean trás la muerte del pintor.
Uno de los motivos predilectos de Renoir son los desnudos. Un género que los impresionistas a excepción de Degas, no trataron por considerarlo académico. Centrado en su propia elaboración estilística, el pintor llega a una de las cimas de su producción con "las bañistas", y una serie de desnudos al aire libre en los que el pintor celebra una naturaleza atemporal, que rechaza cualquier referencia al mundo contemporáneo. Una visión idílica marcada por la sensualidad de las modelos, la riqueza del colorido y la plenitud de las formas.




viernes, 3 de junio de 2016

"Caravaggio" y el tenebrismo


Del 21 de junio al 18 de septiembre de 2016 el Museo Thyssen-Bornemisza presenta "Caravaggio y los pintores del norte", una exposición sobre la reconocida figura de Michelangelo Merisi Caravaggio (Milan, 1571 - Porto Ercole, 1610) y su influencia entre los pintores del norte de Europa, que fascinados por su pintura difundieron su estilo.
Con la curaduría de Gert Jan van der Sman, profesor de la Universidad de Leiden y miembro del Istituto Univesitario Olandese di Storia dell´Arte de Florencia, la muestra reúne un conjunto de 53 obras -12 de ellas del maestro lombardo- que abarcan el curso de la carrera de Caravaggio, desde el periodo romano hasta las emotivas pinturas oscuras de sus últimos años, junto a una selección de obras de sus más destacados seguidores en Holanda, Dirk van Baburen, Gerrit van Honthorst o -Hendrick Ter Brugghen-, Flandes -Nicolas Régnier o Louis Finson- y Francia, Simón Vouet, Claude Vignón o Valentin de Boulogne.
"Caravaggio" y los pintores del norte sumerge al visitante en la época de Michelangelo Merisi y a las décadas que siguieron a su muerte, cuándo su fama aún estaba en su punto álgido, un periodo especialmente rico en hitos pictóricos de su paleta.
La exposición se abre con dos salas dedicadas a la producción del pintor en Roma, continúa con los cuadros de los artistas del otro lado de los Alpes que contemplaron con sus propios ojos la obra de Caravaggio y termina con las pinturas de Merisi, y sus seguidores extranjeros en Nápoles y el sur de Italia.
Entre 1600 y 1630 se establecieron en Roma más de dos mil artistas de los cuáles una tercera parte eran extranjeros que convirtieron la Ciudad Eterna en un crisol artístico. Los pintores del norte de Europa estaban dispuestos a seguir el estilo de Caravaggio, impulsados principalmente por dos motivos: la menor importancia del componente clásico en la tradición pictórica del norte y la facilidad para aplicar el estilo de Merisi, fuera del contexto tradicional de un taller o una academia de dibujo.
En los Países Bajos y las regiones germánicas basaban trabajar al natural y en motivos visibles a su alrededor, era una costumbre muy arraigada. Esto establecía un vínculo con la forma de trabajar de Merisi, cuyo origen lombardo lo predisponía a pintar "ad vivum", un método que los pintores clásicos consideraban inadecuado porque suponía un obstáculo para alcanzar la perfección en el arte.
Por otro lado, la mayoría de los artistas holandeses, flamencos o franceses que se establecían en Roma, tenían recibido una formación básica en dibujo y pintura de su país de origen, estaban interesados en captar y asimilar rápidamente las nuevas ideas.
El arte de Caravaggio era considerado tenebrista y atractivo para ellos por la posibilidad de trabajar al natural por el uso de la luz, las sombras y el color se acentuaba más intenso. Los forasteros podían incorporar éste estilo al suyo propio sin tener que ceñirse a un programa de estudios, ya que Caravaggio traslada al visitante a la época de Michelángelo Merisi y a las décadas que siguieron a su muerte, cuándo su fama aún estaba alta en un periodo especialmente rico en hitos pictóricos.
La exposición se abre con dos salas dedicadas a las obras que el pintor realizó durante sus años en Roma, en las que se pone de manifiesto su polifacética carrera. En las siguientes, se presentan cuadros de artistas del otro lado de los Alpes que contemplaron con sus propios ojos la obra de Caravaggio. El resultado de sus impresiones se muestra desde una perspectiva lo más amplia en que se buscaban nuevos modos de expresión, tanto en el arte religioso como en el profano.
Las dos últimas salas están dedicadas a la producción de Caravaggio y sus seguidores extranjeros en Nápoles y el sur de Italia.

Caravaggio en Roma (1592 - 1606)


Durante sus primeros años Caravaggio realiza cuadros que vende a través de marchantes por importes modestos. Se trata de escenas de género y naturalezas muertas con frutas y flores, una especialidad que trae consigo desde Lombardía. Con "Muchacho mordido por un lagarto" entre 1593-1595 consigue asombrar a sus contemporáneos por las cualidades miméticas del jarrón con flores, como por la expresión melodramática del joven.
Sus representaciones de tipos populares de las calles de Roma,
como "La buenaventura" de 1595-1596, llaman la atención de pintores y coleccionistas. El cardenal Francesco Maria del Monte su primer benefactor, le ofrece alojamiento en el Palazzo Madama, donde pinta "Los músicos" de 1595-1596 y Santa Catalina de Alejandría en las que se puede apreciar la rápida evolución de su técnica, desde la paleta brillante y colorida del primero al marcado claroscuro del segundo. Su capacidad para dejar de lado las convenciones y abordar temas tradicionales con una sorprendente originalidad queda mostrado en "David con la cabeza de Goliat" hacia 1598-1599 .

Los años 1596 y 1597 marcan un punto de inflexión en su carrera
gracias al encargo de dos lienzos para la Capilla Contarelli en la Iglesia de San Luis de los Franceses –"La vocación y El martirio de San Mateo"-, donde el artista combina su predilección por la representación natural y los tipos populares en un conmovedor dramatismo. En el momento que se muestran al público durante el Jubileo de 1600, Caravaggio se convierte en el pintor más solicitado de la Ciudad Eterna y se suceden los encargos tanto públicos como privados para clientes como Maffeo Barberini, futuro Papa Urbano VIII, para el que pinta "El sacrificio de Isaac" en 1603 o el banquero Ottavio Costa, que le encarga "San Juan Bautista en el desierto" de 1602.


Los primeros admiradores en Roma son Adam Elsheimer y Peter Paul Rubens que en 1600, cuándo el pintor alemán Adam Elsheimer (Frankfurt am Main, 1578 - Roma, 1610) se establece en Roma, Caravaggio está terminando sus lienzos para San Luis de los Franceses. Peter Paul Rubens (Siegen, 1577 - Amberes, 1640) llega a la ciudad un año más tarde cuándo el lombardo está ya en boca de todos. Elsheimer y Rubens son los primeros pintores del norte de Europa que están en contacto con la obra de Caravaggio y la influencia de Merisi puede detectarse en el primer encargo oficial de Rubens en Roma: los retablos para la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén.
Este acercamiento se pone de manifiesto en la intensa iluminación de algunos fragmentos. Rubens incluye el tipo caravaggiesco del joven de aspecto seductor con rizos negros en "Cabeza de joven" en 1601- 1602.
Durante su segunda etapa en la ciudad, entre 1605 y 1608, pinta "La adoración de los pastores" de 1608, con un claroscuro en la zona donde están representados los ángeles.


El pintor flamenco juega un papel clave en la adquisición de la controvertida Muerte de la Virgen para las colecciones del Duque de Mantua. La obra había sido rechazada por los carmelitas de Santa Maria della Scala por el realismo con el que Caravaggio había representado a la Virgen.
Trás su regreso a Flandes, Rubens se inspira en varias ocasiones en los cuadros del italiano, como en la famosa copia libre del "Santo entierro" de la que se muestra aquí un dibujo.



 Artistas y amantes del arte: Quadri da stanza y quadri d´altare

 Los hermanos Benedetto y Vincenzo Giustiniani, además de poseer quince obras de Caravaggio, ayudaron a muchos pintores extranjeros a conseguir encargos y acogieron en su casa a los artistas Gerard van Honthorst (Utrecht, 1592 - 1656), David de Haen (Rotterdam, 1597(?) - Roma, 1622) y Nicolas Régnier (Maubeuge, c.1588 - Venecia, 1667). Dirck van Baburen (Wijk bij Duurstede c.1594 – Utrecht, 1624) también tuvo la suerte de contar con un mecenas a poco de llegar a Roma, el español Pedro Cosida, embajador de Felipe III en Roma, cuyo patrocinio culminó en la decoración de la capilla de Cosida en San Pietro in Montorio. Una de las obras más admiradas del periodo romano de Van Baburen es "El entierro de Cristo de 1617".


Hendrick ter Brugghen y la Escuela de pintura de Utrecht Hendrick ter Brugghen (La Haya (?) - Utrecht, 1629) fue el primero de los pintores holandeses que, trás su estadía en Roma, regresó en 1614 a su país e introdujo los temas y fórmulas estilísticas de Caravaggio.

                                                           
                                                                           




En "La cena de Emaús" de 1616  y "La vocación de san Mateo" hacia 1617-1619  adopta el estilo compositivo de Merisi con una paleta brillante, en la que se destacan las sutiles gradaciones de color y el esmero con el que pinta las arrugas de la piel, los pliegues y los tonos de los tocados o el reflejo de la luz en los objetos. El regreso de Gerard van Honthorst y Dirck van Baburen a Utrecht, entre 1620 y 1621, influye en la evolución estilística de Ter Brugghen, surgiendo entre ellos una sana rivalidad que les lleva a emularse o a intentar superarse en cuadros como "Pífano" o "Flautista", ambos de 1621, que Ter Brugghen pinta las figuras de músicos de medio cuerpo de Baburen, como "Joven cantante" de 1622.


Con el tiempo, la paleta de Honthorst se vuelve más brillante y colorida en obras como "Alegre compañía" de 1622. Los pintores franceses en Roma La sala reúne obras de artistas franceses que trabajaron en Roma entre 1610 y 1630, un colectivo especialmente interesante por su diversidad social y cultural.
Entre los pintores extranjeros que residían en la capital italiana, Simon Vouet (París, 1590 - 1649) era el que tenía una posición más privilegiada. Hijo de un pintor de cámara, creció en París y tuvo acceso a la corte a edad temprana, después de un breve periodo en Venecia, en 1613-1614 se establece en Roma y empieza a recibir una asignación de la casa real francesa. El carácter oficial de su estadía le proporciona gran prestigio en los círculos artísticos y el favor de los grandes coleccionistas, para los que realiza obras como "David vencedor de Goliat" de 1621.



Claude Vignon (Tours, 1593 - París 1670) y también procedía de un entorno acomodado. Su padre era ayudante de cámara del rey, nació en Tours, lugar habitual de residencia de los reyes franceses, pero creció en París. Su estadía en Roma se inicia en 1609-1610, interrumpida por sus viajes a España y París (1616-1617) por lo que es probable que pintara su impresionante "Martirio de San Mateo" de 1617 en suelo francés.


Su amistad con Vouet impulsó su carrera en Roma. La situación de ambos contrasta con la lucha de Valentin de Boulogne (Coulommiers, 1531 - Roma, 1632) por alcanzar el éxito, y pasarán varios años antes de que Valentin encontrara un mecenas estable en la figura de Francesco Barberini, Su biógrafo Giovanni Baglione, que vinculaba su manera de pintar al natural con su estilo de vida disoluto. Al igual que Caravaggio, realizaba grandes composiciones a base de pinceladas aplicadas directamente sobre el lienzo. A pesar de la complejidad de creaciones, como David con la cabeza de Goliat y dos soldados [hacia 1616-1618] no hay indicios de que preparara la ejecución de sus cuadros con dibujos o estudios preliminares.


Caravaggio y sus seguidores en Nápoles y el sur de Italia Entre los pintores extranjeros instalados en Nápoles e influidos por Caravaggio se destacan dos: Louis Finson (Brujas, c.1580 - Ámsterdam, 1617) y Matthias Stom ((?) c. 1600 - Italia septentrional (?) posterior a 1649).
El primero es el único caravaggista del norte que muy probablemente conoció en persona al maestro, y Stom el último de sus seguidores, en cuya obra sigue detectándose su influencia hasta aproximadamente 1640. Finson se establece en Nápoles en 1605, donde comienza a colaborar con Abraham Vinck, pintor especializado en retratos.
Se considera que Caravaggio debió de entablar amistad con ambos y cuándo se marcha a Malta, en 1607, les confía dos de sus obras, "Judith y Holofernes" y "La Madonna del Rosario".













En 1612, Finson se establece en el sur de Francia donde cosecha un considerable éxito pintando a la manera de su maestro. Muere en 1617 en Ámsterdam, en casa de su amigo y socio Vinck. Los cuadros que ambos llevan a su país son las primeras (y únicas) obras originales de Caravaggio que se pudieron admirar en los Países Bajos. Veinte años después de que Finson abandonara Nápoles, Stom se establece en la ciudad. Se desconoce si nació en Amersfoort (cerca de Utrecht, Holanda) o en Flandes. Es posible que uno de sus maestros fuera Gerard van Honthorst, quién le inculcaría su predilección por las escenas a la luz de las velas.
Los cuadros con figuras en primer término fueron una de las claves de la buena acogida de su obra en Nápoles, donde dirigió su propio taller desde 1635 hasta 1639 aproximadamente.
En la década de los años treinta, su técnica se hizo más fluida y sus colores más vivos. Stom se trasladó a Sicilia, donde realizó algunos encargos públicos. "La flagelación de Cristo" de hacia 1640 es una composición llena de dinamismo, donde las figuras de tamaño natural están iluminadas con gran sentido del dramatismo. Una escenografía, dominada por el claroscuro, en la que el desnudo idealizado de Cristo contrasta con el aspecto tosco de los verdugos y donde resuena el último eco de Caravaggio.
La exposición se cierra con "El martirio de santa Úrsula" de 1610, en que Caravaggio se autorretrata sujetando una lanza en el momento en el que el rey de los hunos hiere con su flecha a la Santa. Pintado pocas semanas antes de su muerte, éste cuadro constituye un punto culminante de la última parte del recorrido de la exposición.



lunes, 30 de mayo de 2016

"La ruta de los emperadores romanos en Serbia"


El lugar donde se asentaron las antiguas provincias romanas Moesia Superior y Panonia Inferior, dieron al mundo 18 emperadores romanos, una quinta parte del total de los gobernantes del poderoso imperio, que constituye el mayor número de emperadores nacidos fuera de Italia.


En ellos quedaron las ciudades: Sirmium, Viminacium, Justiniana Prima, Félix Romuliana, Diana, Mediana, Ulpiana. con sus fortificaciones, edificios votivos, en las ciudades que imperaban, las series numismáticas que recuerdan sus rostros, son los vestigios heredados de la vida y la muerte que sustentaron.

No todos los emperadores de origen serbio dejaron rastros tangibles, como lo hizo Galerius en la ciudad de Félix Romuliana, ya que algunos de ellos son recordados por sus aclamadas proezas.
En la batalla contra los godos, por ejemplo, el primer soldado que cayó muerto fue el hijo del Emperador Traianus Decius, y el emperador exclamó: “¿Acaso el ejército romano se detendrá por un solo soldado caído?” y dirigió el ataque que derrotó a los bárbaros y trás el cuál murió valientemente.


Gran número de emperadores romanos, de los siglos III y IV, nacieron en una parte del Imperio donde se glorificaban las ideas sobre las virtudes individuales que hacían que el campesino se convertiera en soldado y en el ejército accediera a la gloria. Ese fue el camino de supremos valores morales que se generó en éste territorios, y los científicos occidentales los llamaron “hijos de la felicidad”, por la manera de llegar al trono imperial.


 En Sirmium, actualmente Sremska Mitrovica en los alrededores de Serbia de gran trascendencia comercial, nacieron los llamados “Emperadores de Panonia”, Traianus Decius, Aurelianus, Probus, Maximianus Herculius, Constancius II, Gratianus y perdió tal condición después de la decadencia Romana al pasar el gobierno a los Hunos y más tarde a los Gépidos.
En la antigua Naissus, hoy la ciudad de Niš, en el Sur de Serbia, nació el más importante de todos los emperadores romanos de ésa región, Constantino el Grande, que sentó las bases en la Europa fundando Constantinopla que hoy conocemos, y fundó la Nueva Roma que liberó a los cristianos.


En la conmemoración de diecisiete siglos del Edicto de Milán en 2013, fue motivo para preparar ésta exposición sobre los dieciocho imponentes emperadores, en el marco del proyecto “Itinerarium Romanum Serbiae – "La ruta de los emperadores romanos en Serbia”, con el objetivo de hacer más visible éste periodo de la historia para acentuar su importancia.
La exposición fue presentada en Serbia, como en Europa y en Estados Unidos de América, invitando al público nacional e internacional a visitar y conocer los sitios arqueológicos de Serbia, donde los romanos dejaron su importante trazos y huella.
En ésta oportunidad se presenta la muestra en la sala de museo de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.