viernes, 3 de junio de 2016

"Caravaggio" y el tenebrismo


Del 21 de junio al 18 de septiembre de 2016 el Museo Thyssen-Bornemisza presenta "Caravaggio y los pintores del norte", una exposición sobre la reconocida figura de Michelangelo Merisi Caravaggio (Milan, 1571 - Porto Ercole, 1610) y su influencia entre los pintores del norte de Europa, que fascinados por su pintura difundieron su estilo.
Con la curaduría de Gert Jan van der Sman, profesor de la Universidad de Leiden y miembro del Istituto Univesitario Olandese di Storia dell´Arte de Florencia, la muestra reúne un conjunto de 53 obras -12 de ellas del maestro lombardo- que abarcan el curso de la carrera de Caravaggio, desde el periodo romano hasta las emotivas pinturas oscuras de sus últimos años, junto a una selección de obras de sus más destacados seguidores en Holanda, Dirk van Baburen, Gerrit van Honthorst o -Hendrick Ter Brugghen-, Flandes -Nicolas Régnier o Louis Finson- y Francia, Simón Vouet, Claude Vignón o Valentin de Boulogne.
"Caravaggio" y los pintores del norte sumerge al visitante en la época de Michelangelo Merisi y a las décadas que siguieron a su muerte, cuándo su fama aún estaba en su punto álgido, un periodo especialmente rico en hitos pictóricos de su paleta.
La exposición se abre con dos salas dedicadas a la producción del pintor en Roma, continúa con los cuadros de los artistas del otro lado de los Alpes que contemplaron con sus propios ojos la obra de Caravaggio y termina con las pinturas de Merisi, y sus seguidores extranjeros en Nápoles y el sur de Italia.
Entre 1600 y 1630 se establecieron en Roma más de dos mil artistas de los cuáles una tercera parte eran extranjeros que convirtieron la Ciudad Eterna en un crisol artístico. Los pintores del norte de Europa estaban dispuestos a seguir el estilo de Caravaggio, impulsados principalmente por dos motivos: la menor importancia del componente clásico en la tradición pictórica del norte y la facilidad para aplicar el estilo de Merisi, fuera del contexto tradicional de un taller o una academia de dibujo.
En los Países Bajos y las regiones germánicas basaban trabajar al natural y en motivos visibles a su alrededor, era una costumbre muy arraigada. Esto establecía un vínculo con la forma de trabajar de Merisi, cuyo origen lombardo lo predisponía a pintar "ad vivum", un método que los pintores clásicos consideraban inadecuado porque suponía un obstáculo para alcanzar la perfección en el arte.
Por otro lado, la mayoría de los artistas holandeses, flamencos o franceses que se establecían en Roma, tenían recibido una formación básica en dibujo y pintura de su país de origen, estaban interesados en captar y asimilar rápidamente las nuevas ideas.
El arte de Caravaggio era considerado tenebrista y atractivo para ellos por la posibilidad de trabajar al natural por el uso de la luz, las sombras y el color se acentuaba más intenso. Los forasteros podían incorporar éste estilo al suyo propio sin tener que ceñirse a un programa de estudios, ya que Caravaggio traslada al visitante a la época de Michelángelo Merisi y a las décadas que siguieron a su muerte, cuándo su fama aún estaba alta en un periodo especialmente rico en hitos pictóricos.
La exposición se abre con dos salas dedicadas a las obras que el pintor realizó durante sus años en Roma, en las que se pone de manifiesto su polifacética carrera. En las siguientes, se presentan cuadros de artistas del otro lado de los Alpes que contemplaron con sus propios ojos la obra de Caravaggio. El resultado de sus impresiones se muestra desde una perspectiva lo más amplia en que se buscaban nuevos modos de expresión, tanto en el arte religioso como en el profano.
Las dos últimas salas están dedicadas a la producción de Caravaggio y sus seguidores extranjeros en Nápoles y el sur de Italia.

Caravaggio en Roma (1592 - 1606)


Durante sus primeros años Caravaggio realiza cuadros que vende a través de marchantes por importes modestos. Se trata de escenas de género y naturalezas muertas con frutas y flores, una especialidad que trae consigo desde Lombardía. Con "Muchacho mordido por un lagarto" entre 1593-1595 consigue asombrar a sus contemporáneos por las cualidades miméticas del jarrón con flores, como por la expresión melodramática del joven.
Sus representaciones de tipos populares de las calles de Roma,
como "La buenaventura" de 1595-1596, llaman la atención de pintores y coleccionistas. El cardenal Francesco Maria del Monte su primer benefactor, le ofrece alojamiento en el Palazzo Madama, donde pinta "Los músicos" de 1595-1596 y Santa Catalina de Alejandría en las que se puede apreciar la rápida evolución de su técnica, desde la paleta brillante y colorida del primero al marcado claroscuro del segundo. Su capacidad para dejar de lado las convenciones y abordar temas tradicionales con una sorprendente originalidad queda mostrado en "David con la cabeza de Goliat" hacia 1598-1599 .

Los años 1596 y 1597 marcan un punto de inflexión en su carrera
gracias al encargo de dos lienzos para la Capilla Contarelli en la Iglesia de San Luis de los Franceses –"La vocación y El martirio de San Mateo"-, donde el artista combina su predilección por la representación natural y los tipos populares en un conmovedor dramatismo. En el momento que se muestran al público durante el Jubileo de 1600, Caravaggio se convierte en el pintor más solicitado de la Ciudad Eterna y se suceden los encargos tanto públicos como privados para clientes como Maffeo Barberini, futuro Papa Urbano VIII, para el que pinta "El sacrificio de Isaac" en 1603 o el banquero Ottavio Costa, que le encarga "San Juan Bautista en el desierto" de 1602.


Los primeros admiradores en Roma son Adam Elsheimer y Peter Paul Rubens que en 1600, cuándo el pintor alemán Adam Elsheimer (Frankfurt am Main, 1578 - Roma, 1610) se establece en Roma, Caravaggio está terminando sus lienzos para San Luis de los Franceses. Peter Paul Rubens (Siegen, 1577 - Amberes, 1640) llega a la ciudad un año más tarde cuándo el lombardo está ya en boca de todos. Elsheimer y Rubens son los primeros pintores del norte de Europa que están en contacto con la obra de Caravaggio y la influencia de Merisi puede detectarse en el primer encargo oficial de Rubens en Roma: los retablos para la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén.
Este acercamiento se pone de manifiesto en la intensa iluminación de algunos fragmentos. Rubens incluye el tipo caravaggiesco del joven de aspecto seductor con rizos negros en "Cabeza de joven" en 1601- 1602.
Durante su segunda etapa en la ciudad, entre 1605 y 1608, pinta "La adoración de los pastores" de 1608, con un claroscuro en la zona donde están representados los ángeles.


El pintor flamenco juega un papel clave en la adquisición de la controvertida Muerte de la Virgen para las colecciones del Duque de Mantua. La obra había sido rechazada por los carmelitas de Santa Maria della Scala por el realismo con el que Caravaggio había representado a la Virgen.
Trás su regreso a Flandes, Rubens se inspira en varias ocasiones en los cuadros del italiano, como en la famosa copia libre del "Santo entierro" de la que se muestra aquí un dibujo.



 Artistas y amantes del arte: Quadri da stanza y quadri d´altare

 Los hermanos Benedetto y Vincenzo Giustiniani, además de poseer quince obras de Caravaggio, ayudaron a muchos pintores extranjeros a conseguir encargos y acogieron en su casa a los artistas Gerard van Honthorst (Utrecht, 1592 - 1656), David de Haen (Rotterdam, 1597(?) - Roma, 1622) y Nicolas Régnier (Maubeuge, c.1588 - Venecia, 1667). Dirck van Baburen (Wijk bij Duurstede c.1594 – Utrecht, 1624) también tuvo la suerte de contar con un mecenas a poco de llegar a Roma, el español Pedro Cosida, embajador de Felipe III en Roma, cuyo patrocinio culminó en la decoración de la capilla de Cosida en San Pietro in Montorio. Una de las obras más admiradas del periodo romano de Van Baburen es "El entierro de Cristo de 1617".


Hendrick ter Brugghen y la Escuela de pintura de Utrecht Hendrick ter Brugghen (La Haya (?) - Utrecht, 1629) fue el primero de los pintores holandeses que, trás su estadía en Roma, regresó en 1614 a su país e introdujo los temas y fórmulas estilísticas de Caravaggio.

                                                           
                                                                           




En "La cena de Emaús" de 1616  y "La vocación de san Mateo" hacia 1617-1619  adopta el estilo compositivo de Merisi con una paleta brillante, en la que se destacan las sutiles gradaciones de color y el esmero con el que pinta las arrugas de la piel, los pliegues y los tonos de los tocados o el reflejo de la luz en los objetos. El regreso de Gerard van Honthorst y Dirck van Baburen a Utrecht, entre 1620 y 1621, influye en la evolución estilística de Ter Brugghen, surgiendo entre ellos una sana rivalidad que les lleva a emularse o a intentar superarse en cuadros como "Pífano" o "Flautista", ambos de 1621, que Ter Brugghen pinta las figuras de músicos de medio cuerpo de Baburen, como "Joven cantante" de 1622.


Con el tiempo, la paleta de Honthorst se vuelve más brillante y colorida en obras como "Alegre compañía" de 1622. Los pintores franceses en Roma La sala reúne obras de artistas franceses que trabajaron en Roma entre 1610 y 1630, un colectivo especialmente interesante por su diversidad social y cultural.
Entre los pintores extranjeros que residían en la capital italiana, Simon Vouet (París, 1590 - 1649) era el que tenía una posición más privilegiada. Hijo de un pintor de cámara, creció en París y tuvo acceso a la corte a edad temprana, después de un breve periodo en Venecia, en 1613-1614 se establece en Roma y empieza a recibir una asignación de la casa real francesa. El carácter oficial de su estadía le proporciona gran prestigio en los círculos artísticos y el favor de los grandes coleccionistas, para los que realiza obras como "David vencedor de Goliat" de 1621.



Claude Vignon (Tours, 1593 - París 1670) y también procedía de un entorno acomodado. Su padre era ayudante de cámara del rey, nació en Tours, lugar habitual de residencia de los reyes franceses, pero creció en París. Su estadía en Roma se inicia en 1609-1610, interrumpida por sus viajes a España y París (1616-1617) por lo que es probable que pintara su impresionante "Martirio de San Mateo" de 1617 en suelo francés.


Su amistad con Vouet impulsó su carrera en Roma. La situación de ambos contrasta con la lucha de Valentin de Boulogne (Coulommiers, 1531 - Roma, 1632) por alcanzar el éxito, y pasarán varios años antes de que Valentin encontrara un mecenas estable en la figura de Francesco Barberini, Su biógrafo Giovanni Baglione, que vinculaba su manera de pintar al natural con su estilo de vida disoluto. Al igual que Caravaggio, realizaba grandes composiciones a base de pinceladas aplicadas directamente sobre el lienzo. A pesar de la complejidad de creaciones, como David con la cabeza de Goliat y dos soldados [hacia 1616-1618] no hay indicios de que preparara la ejecución de sus cuadros con dibujos o estudios preliminares.


Caravaggio y sus seguidores en Nápoles y el sur de Italia Entre los pintores extranjeros instalados en Nápoles e influidos por Caravaggio se destacan dos: Louis Finson (Brujas, c.1580 - Ámsterdam, 1617) y Matthias Stom ((?) c. 1600 - Italia septentrional (?) posterior a 1649).
El primero es el único caravaggista del norte que muy probablemente conoció en persona al maestro, y Stom el último de sus seguidores, en cuya obra sigue detectándose su influencia hasta aproximadamente 1640. Finson se establece en Nápoles en 1605, donde comienza a colaborar con Abraham Vinck, pintor especializado en retratos.
Se considera que Caravaggio debió de entablar amistad con ambos y cuándo se marcha a Malta, en 1607, les confía dos de sus obras, "Judith y Holofernes" y "La Madonna del Rosario".













En 1612, Finson se establece en el sur de Francia donde cosecha un considerable éxito pintando a la manera de su maestro. Muere en 1617 en Ámsterdam, en casa de su amigo y socio Vinck. Los cuadros que ambos llevan a su país son las primeras (y únicas) obras originales de Caravaggio que se pudieron admirar en los Países Bajos. Veinte años después de que Finson abandonara Nápoles, Stom se establece en la ciudad. Se desconoce si nació en Amersfoort (cerca de Utrecht, Holanda) o en Flandes. Es posible que uno de sus maestros fuera Gerard van Honthorst, quién le inculcaría su predilección por las escenas a la luz de las velas.
Los cuadros con figuras en primer término fueron una de las claves de la buena acogida de su obra en Nápoles, donde dirigió su propio taller desde 1635 hasta 1639 aproximadamente.
En la década de los años treinta, su técnica se hizo más fluida y sus colores más vivos. Stom se trasladó a Sicilia, donde realizó algunos encargos públicos. "La flagelación de Cristo" de hacia 1640 es una composición llena de dinamismo, donde las figuras de tamaño natural están iluminadas con gran sentido del dramatismo. Una escenografía, dominada por el claroscuro, en la que el desnudo idealizado de Cristo contrasta con el aspecto tosco de los verdugos y donde resuena el último eco de Caravaggio.
La exposición se cierra con "El martirio de santa Úrsula" de 1610, en que Caravaggio se autorretrata sujetando una lanza en el momento en el que el rey de los hunos hiere con su flecha a la Santa. Pintado pocas semanas antes de su muerte, éste cuadro constituye un punto culminante de la última parte del recorrido de la exposición.



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